¡Se resiste la palabra a gritar!
Se me muere tanto silencio
en la boca
que me tiembla hasta la sombra.
Gárgolas construyen diques
que lastiman
y compulsiva retorno
al lugar donde nada comienza
ni termina.
Mis ojos detallan tan poderosas
represas,
sus muelles no se rompen
ni corre el agua pantanosa,
son espesas agonías
consumiéndome los labios,
atrapando a mis lobos
entre una lápida
vacía.
Mudos esqueletos
revuelven al huracán enceguecido
y sin pupila,
son tan solo corazones extraviados,
latidos silenciando
al ahogo empedernido.
Mi alma se comprime
hasta convertirse en un abismo
repleto de lagartos
y me desahucia y me cansa,
ese volver y volver
<allí>
donde nada
ni comienza
ni termina.
Desisto, entonces,
<en esta noche sin fin de espigas rotas>
recojo mis pedazos,
mis sofocos,
mis asfixias
y por hoy,
me niego,
a seguir
persiguiéndome.
Scarlet C
Imagen: Pixabay.
Gracias…
buenooo!!!
me gustó scarlet
besos
Hola, gracias por ese “buenooo” lo agradezco infinitamente, abrazos.
Un placer 😉
Gracias a ti, un placer tu presencia, feliz fin de semana de sonetos y destellos.
Igualmente!! 😉
[…] a través de SILENCIO — El cristal de Rosshalde […]
Gracias… Un placer y un honor para mi silencio viajar hasta tu lar, abrazos literarios como dice un amigo poeta.